EL BARROCO
El Barroco (o arcaizantemente bárroco) fue un periodo de la historia en la culturaoccidental que produjo obras en el campo de la literatura, la escultura, la pintura, laarquitectura, la danza y la música, y que abarca desde el año 1600 hasta el año 1750aproximadamente. Se suele situar entre el Renacimiento y el Neoclásico, en una época en la cual la Iglesia católica europea tuvo que reaccionar contra muchos movimientos revolucionarios culturales que produjeron una nueva ciencia y una religióndisidente dentro del propio catolicismo dominante: la Reforma Protestante.
Como estilo artístico el barroco surgió a principios del siglo XVII y de Italia se irradió hacia la mayor parte de Europa. Durante mucho tiempo (siglos XVIII y XIX) el términobarroco tuvo un sentido peyorativo, con el significado de recargado, desmesurado e irracional, hasta que posteriormente fue revalorizado a fines de siglo XIX por Jacob Burckhardt y luego por Benedetto Croce y Eugenio .
CARACTERÍSTICAS DEL BARROCO
El cambio de mentalidad en las personas y una cierta conciencia de inseguridad y de crisis hacen que se extienda una gran preferencia por las características propias de este movimiento. Los escritores del siglo XVII se inspiran en una filosofía de renuncia, que es la filosofía estoica de Séneca y al mismo tiempo tienen muy en cuenta el sentido religioso de la vida.
Los escritores españoles del siglo XVII aportan en sus obras la doctrina del desengaño y del pesimismo. No se dejan embaucar por la belleza de la Naturaleza; creen que es falsa y engañadora.Todas estas tendencias se hallaban incipientes en el periodo anterior, en el renacimiento y en el barroco no hacen otra cosa que intensificarse hasta llegar a la exageración.
mujer representante del barroco
La obra de sor Juana Inés de la Cruz constituyó la primera gran manifestación de la literatura hispanoamericana y una de las más altas de las letras barrocas en lengua castellana.
Juana Inés de Asbaje, que tomaría el nombre de sor Juana Inés de la Cruz, nació en San Miguel Nepantla, Virreinato de Nueva España, el 12 de noviembre de 1651. A los nueve años marchó a vivir a la ciudad de México, y desde tan temprana edad manifestó una extraordinaria precocidad intelectual. Su erudición y atractiva personalidad le otorgaron gran popularidad en la corte del virrey, a cuya esposa sirvió como dama de honor.
En 1667 entró en un convento carmelita, que abandonó para profesar el 24 de febrero de 1669 en el convento de San Jerónimo. Allí desarrolló una prodigiosa actividad intelectual, reunió una valiosísima biblioteca que contaba con unos cuantro mil volúmenes, y se dedicó al estudio de las más diversas disciplinas y a la composivión de su obra literaria.
Su variada producción incluyó obras en prosa, entre ellas Carta athenagórica (1690), profunda disqusición sobre las Sagradas Escrituras y la doctrina de los santos padres de la iglesia, en la que sor Juana Inés de la Cruz hacía una crítica de las enseñanzas del jesuita Antonio Vieyra. Respuesta a Sor Filotea (1691), dedicada al obispo de Puebla, que había criticado su afán de erudición en un tiempo en que éste parecía reservado a los hombres.
Numerosas loas y villancios dramáticos integraron la producción teatral de sor Juana Inés de la Cruz, en la que merecen destacarse los autos sacramentales El divino Narciso, El mártir del sacramento y El cetro de José, y dos comedias de enredo, Los empeños de una casa (1683), influida por Pedro Calderón de la Barca, y Amor es más laberinto (1688).
Pero donde el genio literario de sor Juana Inés de la Cruz alcanzó sus cotas más elevadas fue en su poesía, que por estilo y tema entroncaba directamente con la lírica barroca española. Su calidad poética quedó patente en los tres volúmenes de poemas que se publicaron en España: Inundación castálida (1689, Madrid), del que formaba parte el largo poema "Primero sueño", ejemplo de profundidad conceptual y lirismo despurado; Segundo volumen de las obras de sor Juana Inés de la Cruz (1692, Sevilla); y Fama y obras póstumas del fénix de México y décima musa (1700, Madrid).
Sor Juana Inés de la Cruz dedicó los últimos años de su vida a sus obligaciones religiosas. Murió en la ciudad de México el 17 de abril de 1695, víctima de una epidemia cuando cuidaba a sus hermanas de orden.
Juana Inés de Asbaje, que tomaría el nombre de sor Juana Inés de la Cruz, nació en San Miguel Nepantla, Virreinato de Nueva España, el 12 de noviembre de 1651. A los nueve años marchó a vivir a la ciudad de México, y desde tan temprana edad manifestó una extraordinaria precocidad intelectual. Su erudición y atractiva personalidad le otorgaron gran popularidad en la corte del virrey, a cuya esposa sirvió como dama de honor.
En 1667 entró en un convento carmelita, que abandonó para profesar el 24 de febrero de 1669 en el convento de San Jerónimo. Allí desarrolló una prodigiosa actividad intelectual, reunió una valiosísima biblioteca que contaba con unos cuantro mil volúmenes, y se dedicó al estudio de las más diversas disciplinas y a la composivión de su obra literaria.
Su variada producción incluyó obras en prosa, entre ellas Carta athenagórica (1690), profunda disqusición sobre las Sagradas Escrituras y la doctrina de los santos padres de la iglesia, en la que sor Juana Inés de la Cruz hacía una crítica de las enseñanzas del jesuita Antonio Vieyra. Respuesta a Sor Filotea (1691), dedicada al obispo de Puebla, que había criticado su afán de erudición en un tiempo en que éste parecía reservado a los hombres.
Numerosas loas y villancios dramáticos integraron la producción teatral de sor Juana Inés de la Cruz, en la que merecen destacarse los autos sacramentales El divino Narciso, El mártir del sacramento y El cetro de José, y dos comedias de enredo, Los empeños de una casa (1683), influida por Pedro Calderón de la Barca, y Amor es más laberinto (1688).
Pero donde el genio literario de sor Juana Inés de la Cruz alcanzó sus cotas más elevadas fue en su poesía, que por estilo y tema entroncaba directamente con la lírica barroca española. Su calidad poética quedó patente en los tres volúmenes de poemas que se publicaron en España: Inundación castálida (1689, Madrid), del que formaba parte el largo poema "Primero sueño", ejemplo de profundidad conceptual y lirismo despurado; Segundo volumen de las obras de sor Juana Inés de la Cruz (1692, Sevilla); y Fama y obras póstumas del fénix de México y décima musa (1700, Madrid).
Sor Juana Inés de la Cruz dedicó los últimos años de su vida a sus obligaciones religiosas. Murió en la ciudad de México el 17 de abril de 1695, víctima de una epidemia cuando cuidaba a sus hermanas de orden.
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